Necesitamos periodismo de buena práctica
Si bien es cierto que en las últimas dos
décadas en los pueblos de América Latina se ha avanzado de forma significativa
en lo referente a la “Libertad de información, opinión y expresión del
pensamiento”,
no es menos cierto que con el uso y la democratización de la Tecnología de la Información y la Comunicación se ha convertido el oficio del periodismo o la comunicación social en una verdadera inflexión, esto debido a la falta de conciencia, de ética y sentido de profesionalidad por parte de advenedizos que se enfocan solo en el morbo y la perturbación de la paz con las noticias que a diario de producen.
no es menos cierto que con el uso y la democratización de la Tecnología de la Información y la Comunicación se ha convertido el oficio del periodismo o la comunicación social en una verdadera inflexión, esto debido a la falta de conciencia, de ética y sentido de profesionalidad por parte de advenedizos que se enfocan solo en el morbo y la perturbación de la paz con las noticias que a diario de producen.
Estimados lectores, he escuchado amigos que son verdaderos profesionales formados
en la comunicación social expresarse de su profesión como si esta fuera la
versión humana de los tóxicos, y es que
no siempre los tóxicos son químicos, a veces son personas
con actitudes, expresiones o comportamientos contaminantes que recorren nuestro
entorno social de forma casi imperceptible, se van involucrando con nosotros y
si no limitamos o detenemos a tiempo ese comportamiento, terminamos convertidos en uno de ellos.
Y es que la
democratización del uso de la Tecnología de la Información y la Comunicación en
el ejercicio del periodismo como oficio no nos da el derecho de difamar, dañar
reputación o festinar inescrupulosamente las noticias que se publican en los
diferentes medios; se hace necesario que
la sociedad, los gremios profesionales y
el Estado como tal, deban revisar el marco jurídico que regula este quehacer y que
cosas tan descabelladas que van desde la simple publicación de fotos de cadáveres en las diferentes redes
sociales, hasta la intención mal sana de crear percepciones negativas en la
población recurriendo a noticias infundadas en los llamados blogspot y otros
medios que afectan a personas de
comportamiento intachable y su entorno
familiar.
Señores, la
“Buena Practica” debe ser el principio de toda profesión u oficio, y el
periodismo no puede ser la excepción, ya
que por su naturaleza hoy por hoy ha contribuido al ejercicio democrático y ha garantizado la intención de equilibrio
de los poderes del Estado; por lo que reiteremos
en que la sociedad, los gremios profesionales y el Estado deben abocarse a una
revisión de la Ley 6132, sobre Expresión y Difusión
del Pensamiento y la creación de un reglamento que tenga alcance hasta los empíricos
usuarios de la Redes Sociales y así garantizar la objetividad y profesionalidad
que debe caracterizar el ejercicio de esta profesión.
Con
frecuencia escuchamos que las Redes Sociales son de uso público y que no hay
forma o manera de controlar esos asuntos, lo que entre en plena contradicción
con lo real o lo verdadero; pues antes
de que cualquier usuario proceda a postearse como suscriptor de una de esas
redes, la aplicación le obliga a cotejar un contrato que pocos leemos, pero que
protege en lo absoluto a la pagina y hace a los usuarios responsables de las
opiniones o conceptos que puedan difundir en la misma.
¡Hasta
la próxima entrega!
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