Para la
sociedad avanzar y marchar hacia delante es necesario que haya ayuda mutua,
colaborar el uno con el otro, unión de criterios e interaccionar para alcanzar
mejores resultados y contribuír a crear un ambiente de convivencia, paz y
progreso. Luchar unidos y sumar esfuerzos y voluntades hacia la proactividad y
el bien colectivo.
Es frecuente
ver que los gremios profesionales de maestros, enfermeras, médicos y otros que
brindan sus servicios directos a los miembros de la sociedad cuando desean
manifestar sus requerimientos salariales y reinvidicativos la primera opción
que eligen es PARALIZAR LOS SERVICIOS A LOS BENEFICIARIOS, esto significa que
no van a trabajar, se quedarán en sus casas y de cualquier forma hay que
pagarles sus salarios sin afectar el monto. Parece que sus patrocinadores no
miden las terribles consecuencias causadas al pueblo humilde y desamparado en
esas circunstancias.
La población está rechazando estas huelgas por el daño que
le produce. En este camino se suman los empresarios del transporte que piensan
en sus ganancias y no en el perjuicio que generan en los trabajadores. La
evaluación económica es que estas acciones de suspensión generan millones de
pesos en pérdida y que el país retrocede.
Siempre se
piensa que estas organizaciones deben actuar con conciencia y buscar otros
métodos de lucha que no arrastren los males y problemas que provocan a los que
menos pueden, que no intranquilicen y frustren a cientos de miles de personas
que dependen de esos servicios. Además destacar que la educación y la salud son
derechos prioritarios que el Estado les ofrece y que ningún sector prestador
pueda negarles.
Además, recordar que el pueblo trabajador contribuye con el
presupuesto central para el funcionamiento de las instituciones que sirven a la
población. Estos son tiempos de dar pasos hacia la solución de problemas .
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