Bogotá.- La mayoría de los países
latinoamericanos celebra este domingo el Día del Padre, un festejo con regusto
amargo para algunos varones que ven la figura paterna amenazada por la
"discriminación positiva" hacia la mujer o por un agresivo "hembrismo".
"En estos
momentos en los que la familia tradicional tiende a desaparecer y los hijos son
confiados en un 90 % de los casos a las madres, una nueva generación de hombres
y mujeres se cría viendo como el padre es borrado de su vida y las madres jefas
de familia tienen todo el poder".
Tan sombrío
panorama no es de una novela futurista sino el que ve Luis Franco, presidente y
fundador de SOS Papá (Paternidad Asumida por Amor), una organización uruguaya
que desde hace 20 años defiende a los varones con hijos.
Franco, de 67
años, profesor de educación física, asistente social y consultor, divorciado y
padre de dos hijas y dos hijos, el menor de 13 años, está convencido de que la
solución a todos los problemas parentales es la igualdad.
"La única
forma de que nuestras sociedades sean más justas es la igualdad real en todos
los planos entre madres y padres", sostiene.
Por ello, Edison
Salazar, de Padres por Siempre, una organización colombiana con el mismo
cometido que SOS Papá y que este viernes organizó manifestaciones en Bogotá,
Cali y Pereira, pide como regalo para los padres en su día la "equidad e
igualdad de género en la aplicación de la justicia de familia".
Ambos hablaron con
Efe en vísperas del Día del Padre, que, con la excepción de Bolivia, Brasil,
Honduras, Guatemala, Nicaragua, República Dominicana y Uruguay, se celebra el
tercer domingo de junio en América Latina, una región donde el machismo es
tradición y donde abundan las familias monoparentales, en su gran mayoría
encabezadas por mujeres.
Las quejas de
Salazar y Franco contrastan con las de las organizaciones que defienden a las
innumerables mujeres latinoamericanas que luchan por sacar adelante a sus hijos
sin ayuda alguna de sus exparejas.
Ellos responden
que solo hablan por los "padres responsables", los que no solo no han
abandonado a sus hijos, sino que quieren estar con ellos, apoyarlos,
mantenerlos y sobre todo quererlos, y aseguran que están tan en contra del
machismo como del "hembrismo".
"Ser padre no
es procrear ni dejar embarazada a una mujer, ser padre es estar con los hijos,
por eso puede serlo incluso quien no lo ha sido fisiológicamente", opina
el colombiano Edison Salazar, quien tiene la custodia de la menor de sus tres hijas,
de 12 años.
Este ingeniero de
telecomunicaciones e informática, de 52 años y divorciado opina que ejercer la
paternidad no es fácil en una sociedad en evolución, con nuevos tipos de
familia pero con "paradigmas sociales" que no han cambiado.
El calvario para
los "padres responsables" comienza cuando se separan de las madres de
sus hijos, coinciden Franco y Salazar, que han vivido en propia carne lo que el
primero define como un "apriori favorable a la mujer" por parte de
los jueces.
Eso lleva a que el
padre sea expulsado del hogar y relegado al rol de "pagador de pensiones
alimenticias" y visitante de sus hijos cada 15 días, afirman ambos.
Los padres
responsables no tienen ningún apoyo en nuestras sociedades, dice Franco, quien
se queja de los efectos negativos para el ejercicio de la paternidad que a su
juicio tienen la llamada "discriminación positiva" en favor de la
mujer y las normas contra la violencia de género, porque -dice- se prestan a
denuncias falsas.
Salazar, por su
parte, asegura que el Sap (Síndrome de Alienación Parental) "no es una
elucubración" sino un trastorno real que sufren sobre todo los hombres
cuando sus exparejas "encizañan" a los hijos contra ellos para
conseguir que la ley les de la custodia a ellas.
"Es una
herramienta vil que se usa mucho", afirma.
La custodia y la
tenencia compartidas y la residencia alterna, en casa del padre y de la madre,
para los hijos de parejas separadas o divorciadas son las principales
reivindicaciones de organizaciones como SOS Papá o Papás por Siempre, cada vez
más numerosas.
Ambas aconsejan a
los hombres sobre cómo lograr que sean respetados sus derechos de padres.
"La jueza que
le denegó a un afiliado de Papás por Siempre la custodia compartida le dijo que
su decisión estaba basada en la costumbre. Le debería haber respondido que si
fuera por la costumbre, ella no sería juez", subrayó Salazar.
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