"El que no venga como yo digo, fuera, listo, no entra al centro", sentenció el padre Rosario al referirse al código de vestimenta. Así como a la presentación personal de los alumnos, en especial los varones. Además, señaló que estará en la puerta del liceo para garantizar el cumplimiento de estas reglas, insistiendo en que la hora máxima de entrada será a las 7:45 a.m.
El religioso también se refirió al comportamiento de los estudiantes y la responsabilidad de los padres. “Ya está bueno ya, hay que acabar con el tiempo de los opinadores que no saben de educación ni pisan un aula”, reclamó. Además, acusó a algunos sectores de criticar sin conocer la realidad en las aulas.
Rosario criticó además la permisividad con las calificaciones: “¿Qué significa eso de que hay que ponerle a todos los estudiantes setenta?”, cuestionó. El mismo hizo referencia a la práctica de aprobar a estudiantes sin el rendimiento suficiente.
El sacerdote finalizó afirmando que, como institución católica, el liceo tiene derecho a establecer su normativa. Respaldado por el convenio entre la Iglesia y el Ministerio de Educación.
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