Alevines, juveniles y tilapias saltan de un lado a otro - El Playero Digital

miércoles, 22 de julio de 2015

Alevines, juveniles y tilapias saltan de un lado a otro

Bombita a la vanguardia del empredurimos 
Kharla Pimentel
BARAHONA.- Cubierta desde los pies hasta la cabeza, Celida Marcelo Luis camina por las planchas de madera, unidas unas con otras. Estas forman magnos cuadros llamados jaulas flotantes, donde se desarrolla el gran proyecto de su vida y el de 18 mujeres del Batey Bombita en la provincia Barahona.




Desde la salida del sol, las mujeres se turnan en el cuidado de miles de tilapias que reposan en una enorme red, donde desde hace seis años cultivan dicho pez. 52 espacios preparados para ello, ocupan el día a día de las féminas que forman parte de la asociación de mujeres piscicultoras de la zona.

Alevines, juveniles y tilapias saltan de un lado a otro en una de los encuadres de hierro, madera y redes hechos con un modelo taiwanés para una cosecha que no involucra la tierra.
“Desde las siete de la mañana todas estamos en pie y cada dos horas las mujeres se turnan para cuidar y alimentar a los peces”, explica Celida mientras señala el proceso que se llevaba a cabo justo en el momento en que el equipo de Acento arribó al batey.
Con entusiasmo Celida asegura que a pesar de su proyecto, su vida no ha cambiado. 

“Celida se levantaba temprano porque siempre ha sido una mujer trabajadora, ya a las 5 de la madrugada estaba en pie porque tengo que preparar los sándwiches y empanadas, llevarlos a la escuela y vender frente a mi casa, luego hacer el almuerzo que vendía y que por cierto todavía hago”.

Al pasar la puerta de entrada de su vivienda color rosa, una nevera reposa a mano derecha en la cual la mujer guarda los alimentos refrigerados que aún vende desde tempranas horas de la mañana.
Explica que algunas de las miembras estudiaban, unas hacían trabajos domésticos y otras ayudaban al esposo en producción agrícola. Empero, ninguna ha dejado de ayudar en el sustento de su hogar.

Pocas calles polvorientas y otras asfaltadas, caracterizan las escasas vías de transito que contiene el lugar. El vapor del candente sol que resplandece en horas de la mañana es tan fuerte que a cuadras se ve una mujer rociando el asfalto para mitigar el calor sin resultado alguno.
“Recuerdo como yo, fue un 21 de mayo”
Con nostalgia recuerda aquel 21 de mayo en que recibió la noticia de que su sueño se haría realidad, tras tres meses de preparación a manos de expertos del criadero lo que resultó ser una prueba de 6 años.

“Cuando nosotros vemos que el Consorcio Azucarero Central llevó a cabo este reservorio acá para regar sus predios agrícolas, a nosotros nos surgió esa idea de ese proyecto que no es solo para regar la caña y así nos acercamos a la dueña de la Fundación Central Barahona que es Magena de Bonifacio y les hablamos porque ya tiempos atrás hemos colaborado con ellos en lo que es coordinadora y labor de esta fundación en esta comunidad”, relata Celida.


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