El préstamo informal, un negocio a la suerte
SANTO DOMINGO.- “Esta es una
inversión a la suerte”, así define Michel
Mateo, de 48 años, el negocio de los préstamos informales en el que lleva más
de cinco años.
Mateo sostuvo que trabajar en
una red de préstamos representa un riesgo económico, ya que quienes laboran en
ese negocio están
amenazados con ser engañados por “los mala pagas” y delincuentes.
“Además, este es un negocio a
ciegas, porque nada garantiza que el cliente pague el crédito”, explicó.
Como Mateo, en el país
existen cientos de prestamistas informales, ya sean inversionistas o empleados
de estos, quienes entran a ese riesgoso negocio esperanzados
en aumentar sus ingresos económicos.
Tal es el caso de J. Polanco,
de 35 años, quien lleva cuatro meses prestando dinero a una tasa de 30% a la
semana.
Cuenta que trabajaba en una
empresa de telecomunicaciones y con un recorte de personal quedó fuera de
nómina, lo que le obligó a invertir sus ahorros en ese tipo de préstamos.
“Mi inversión inicial fue de
RD$400 mil y ya aumentó a RD$500 mil”, señaló Polanco. Indicó que junto a él
trabajan tres amigos, que ya conocen ese mercado y les recomiendan clientes con
buen historial en el crédito informal.
Así mismo Juana Tejada
(nombre ficticio), de 49 años, empleada de una empresa privada y prestamista
informal, quien dijo que presta dinero en la empresa que labora desde hace más
de 10 años.
Expresó que inició a prestar
a sus amigos y la voz se corrió, hasta que todos la conocen como la prestamista
de la entidad.
“Cuando cancelan algunos de
mis clientes a veces salgo perdiendo, pero siempre se gana algo extra”,
puntualizó la dama.
Así mismo, Ángel Amparo,
maestro de Ciencias Sociales de 28 años, labora en una ruta de préstamos en
Puerto Plata. Cuenta que también comenzó a prestar dinero por la falta de
empleo y empujado por su familia, que tiene inversiones en todo el país.
“En esto se gana dinero, pero
se pierde mucho. El pasado año perdimos más de 3 mil pesos con los mala pagas.
Hay gente que toma dinero y se desaparece”, lamentó Amparo.
Gestión riesgo
Los prestamistas informales
evalúan el nivel de ingreso de sus clientes y las recomendaciones de otros
allegados con un buen historial crediticio, explicó uno que no quiso
identificarse.
Para hacer que los morosos
paguen sus deudas les visitan a su casas, empleos y negocios, y les presionan
con amenazas de embargo a los negocios, ya que realizan contratos previos a
préstamos, señaló.
El también prestamista B.
Suárez, de 30 años, quien labora en una ruta de préstamo en Barahona, dijo que
su clientela se concentra en barrios y campos.
“Eso aumenta el riesgo de ser
asaltado, por lo que siempre ando acompañado de seguridad, que en su mayoría
son miembros de la Policía Nacional”, reveló Suárez
Práctica repetida
Esta práctica está presente
en varios países. Tal es el caso de México y Colombia, donde los informes
señalan que organizaciones criminales lavan activos a través de ese tipo de
negocios.
En Perú se lanzó una campaña
hace varios años para concienciar a los ciudadanos sobre el riesgo de esos
préstamos informales bajo el lema #NoPrestesTuVida.
Garantía de ganancia
— Técnica de ahorro
De cada monto prestado en el sistema de financiamiento informal se descuentan 1,000 pesos para proceso legal o el contrato, monto que al final es reportado al inversionista y se costean los gastos de la red de prestamistas.
De cada monto prestado en el sistema de financiamiento informal se descuentan 1,000 pesos para proceso legal o el contrato, monto que al final es reportado al inversionista y se costean los gastos de la red de prestamistas.
Préstamos informales carecen
de normas
Norma. La práctica de usura
no es castigada por ley, ya que con la entrada en vigencia del Código
financiero y Monetario no esta penalizada.
El presidente del Colegio de
Abogados de la República Dominicana señaló que es opción del contratante
renegar o no la tasa de interés en el mercado financiero informal.
Miguel Surún señaló que eso
ha traído como consecuencia abusos por parte de las personas que se aprovechan
de las necesidades de los ciudadanos para incrementar sus ingresos.
Detalló que la mayoría de los
contratos son ficticios, lo que no da una garantía ni al prestamista ni al
deudor para un proceso legal.
“Esto ha sido provocado por
un sistema rígido que tiene la banca formal, lo cual empuja a las personas con
escasa educación financiera a que acuda a solicitar un crédito informal”,
puntualizó Surún.
Destacó que esa decisión al
final genera más problemas económicos a los ciudadanos.
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