LA RESPUESTA ES “EL CHAPULÍN COLORADO”. - El Playero Digital

lunes, 24 de junio de 2019

LA RESPUESTA ES “EL CHAPULÍN COLORADO”.

“Muchos jueces de condenas juzgan desde su propia inocencia, y como no son inocentes ni en sus acciones ni en sus decisiones, el resultado final es una condena entre cómplices, que abofetea a la sociedad y que libera a los verdaderos culpables de la concreción de crímenes y delitos”. (Twit).

Nuestro sistema penal colapsa. La presión mediática, la falta de entereza, la carencia de clara directrices desde sus esferas superiores en pos del respeto al valor justicia, la soledad y falta de unidad de los juzgadores, la falta de un verdadero sistema de garantías para juzgadores y juzgados, la inexistencia de un régimen equitativo de consecuencias, bien para sentencias de condenas bien para sentencias de absoluciones: dar explicaciones y producir cancelaciones y juzgaciones por condenas mal obtenidas, en definitiva, el populismo penal, ha socavado los pilares en los que debía erigirse nuestro sistema de juzgación.

No queremos aceptarlo, no queremos admitirlo, procuramos maquillarlo, pero aún con la esperanza que significa el cambio de las cabezas supremas del supremo, el sistema es un fracaso. Pensarse, soñarse, visualizarse en condición de imputado es el peor terror, es causa del mayor pavor que asalta a los practicantes del derecho penal no importa el rol que les corresponda. Escuché decir a una juez que le pedía a Dios no verse jamás juzgada por sus colegas.

Pero hay un juicio que hay que hacer, el juicio a los que juzgan, el juicio a la justicia. Cada vez son menos las excepciones que inspiran la esperanza, la persecución, los malos tratos y vejámenes desde la maquinaria marianista y de un Consejo del Poder Judicial que hay que enterrar en el olvido, con sus cómplices del otro Ministerio Público de Domínguez Brito, han mitigado el ejercicio justo, independiente e imparcial de nuestros juzgadores. Ellos son los culpables de que hayamos repetido de curso, de que no pasémos los exámenes.

Y ser testigos de jueces haciendo todo lo posible, legal o no, para producir una condena, para hacer meter en jaulas a sus iguales, para separar familias, para producir huérfanos de padres vivos y contribuir al trabajo y el desamparo infantil, niños que están casi obligados a repetir las nocivas acciones atribuidas a sus padres separados, ufff ¿bien superior del menor? no podríamos haber caído más bajo. Los nuevos jueces Severinos son muchos más severos porque gozan de inteligencia y preparación que usan para ser creativos, tanto más que Stan Lee, sólo que con un despropósito.

Quién pondrá fin al maratónico esfuerzo por acumular no años de vida sino años de condenas que nos matan y nos limitan y nos entierran. Somos una mentira judicial.

Y para colmo se dice que los superhéroes no existen, que son una creación de la ficción, de mentes imaginativas, y entonces, ante esta realidad, ¿Quién podrá defendernos?


Por: Valentín Medrano Peñaa.

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