Juan Burroughs Batista nació en Barahona, el 16 de julio del 1953. Fueron sus padres, los señores Samuel Burroughs (Sami) y Enerolisa Batista. Con 6 años inicia la primaria, en el Liceo Federico Henríquez y Carvajal, cerca del Arco. Luego en el Patronato San Rafael cursa el 2do grado. Su maestra fue, su hermana, Victoria Burroughs. Después, en la Escuela Leonor Feltz, ubicada en el edificio de la Gobernación, llega al 6to grado. Allí, su maestra fue, Argentina Patnella.
En las escuelas participaba en béisbol, voleibol, baloncesto. Sus profesores fueron, Bienvenido Peláez, José Medrano (La Cigua), Américo Patnella, Ruddy Wöel y otros. Desde niño se involucra en el béisbol con un equipo informal, al cual llamaban “Los Chichilones”. Jugaban en el terreno que hoy ocupa la Plazoleta Duarte y lo hacían descalzos, con pelotas de hilos, trochas de lonas y con bates de palos.
Su padre era un ebanista de calidad muy conocido, por ello Juan también se dedicaba a esa labor y como él dice, “soy ebanista desde chiquito”. Luego se enrola al equipo juvenil del barrio “La Playa”, pero en ocasiones los residentes del sector, no le permitían jugar. Igual a sus compañeros, Carlos González y José Castillo. Jugaban en el solar que hoy ocupa la cancha Marino G. Matos y en el play del mercado público. Juan Burroughs se desempeñaba como segunda base y short stop.
Mientras desarrollaba esas actividades, terminó el Bachillerato en Ciencias Físicas y Matemáticas en el Liceo Federico H. y Carvajal. Luego se inscribe en el CURSO-UASD en el Técnico en Contabilidad, pero no llegó a concluirlo. Inició la Ingeniería Civil y tampoco la terminó. Se involucra en voleibol y atletismo. En voleibol participa en torneos escolares y tuvo como compañeros a Filo Moscoso, Enrique Molina y otros. En la cancha, su labor era ser acomodador para sus compañeros, así pasó a ser suplente de los demás jugadores.
El ser suplente determinó que casi siempre estuviera en el banco. Se sentía aislado y en segundo plano y un día se quitó el uniforme, salió de la cancha y se fue al taller de ebanistería de su padre, que se encontraba cerca. A partir de ese momento (1968), no volvió más al voleibol. Luego, junto a José Castillo y Carlos González, se enrolan en el baloncesto y forman el primer equipo de la provincia, que llamaron “Club San Remo”. Ahora compiten contra Neyba, Duvergé, Villa Jaragua, Azua, Baní, San Cristóbal y otros pueblos. Así, Burroughs, Castillo y González conforman la trilogía más ofensiva del baloncesto de la Región Sur, llevando a su equipo a ganar todos los torneos.
Pasa a pertenecer a la Selección de Baloncesto de Barahona, junto a Castillo y González. Ahora compite en diversos Juegos Nacionales. Participa en sus Primeros Juegos Nacionales en Santo Domingo, En “Campeonato Nacional Escolar Superior”, en La Vega, en Santo Domingo y en Puerto Plata. También enfrentó, con gran dominio, a los equipos de “San Lázaro”, “Astros de Montecarlo”, “Club Naco”, “Club Mauricio Báez”, “Delfines del Mirador” y otros. En baloncesto descolló desde el 1969 hasta el 1977, participando en todas las selecciones representativas de Barahona y de la Región.
Tenía un estilo único, dribleaba lento desplazándose hacia el aro y con sus movimientos, burlaba la defensa. Giraba la bola al compás de sus pasos y por ello se le apodó “La culebra”. Dentro y fuera de la cancha fue un líder, animando y corrigiendo jugadores. Defendía con gallardía su equipo y por ello pasó a ser el capitán del seleccionado. En 1977, deja de jugar baloncesto y se dedica a la ebanistería. En la capital instaló su taller (1978), llamado “Talleres Burroughs, S.A”. También fue socio de la empresa “Emilio Decoraciones”. En 2010, sufre quebrantos de salud y regresa a Barahona. Buscó atención médica; hoy está saludable y se mantiene cuidándose muy bien.
En Barahona instaló su taller de ebanistería en la Avenida Luperón casi esquina calle Sánchez, y ofrece servicio a muchos clientes. Fue ayudante de su padre en ebanistería en la Escuela Laboral de las Fuerzas Armadas, quien fungía como profesor. Poco después, Juan pasó a ser Profesor en la misma disciplina técnica. Allí duró 8 años como docente.
En diciembre del 2018, el Salón de la Fama del Deporte de Barahona lo reconoce como “Inmortal del Deporte” y allí “llamó a la juventud a poblar las canchas, los estadios, a volver a los deportes; estaba muy alegre, lucía emocionado y dijo: este pase a la inmortalidad deportiva a mí me engrandece enormemente”. Se casó con Carmen Vólquez y con ella procreó a sus amados hijos, Juan Carlos, Samuel y Pedro. Actualmente vive en el Barrio Mejoramiento Social de Barahona.
¡¡JUAN BURROUGHS, INMORTAL DEPORTISTA Y HOMBRE SERVICIAL. HONOR!!
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