
Los angustiados inquilinos se alertaron al escuchar las confusas palabras que arrojaba el hombre, seguidas por los gritos de la mujer, por lo que en rechazo a la violencia de género también dieron aviso al 091, quienes llegaron al lugar junto a la Policía.
Al llegar al sitio e ingresar a la residencia de donde provenían tan desesperados alaridos, se llevaron la sorpresa de que no se trataba de ningún tipo de violencia de género, sino de una efusividad amorosa por parte de la pareja.
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