- El Playero Digital

domingo, 20 de noviembre de 2011

La crisis de España da el poder absoluto al PP

La peor crisis económica de la democracia y la fracasada gestión del Gobierno socialista, que arrancó la legislatura con dos millones de parados y la termina con cinco, ha dado la mayoría absoluta al PP para gestionar con manos libres la salida del pozo en medio del vendaval. El nuevo presidente, Mariano Rajoy, gobernará con el apoyo de sus 186 diputados (por encima del mejor resultado en escaños del PP de Aznar en 2000) frente a los escasos 110 diputados del PSOE, su peor resultado de la reciente etapa democrática.

En su primera comparecencia tras conocer la aplastante victoria, Rajoy ha mostrado una euforia contenida ante las miles de personas que se han acercado a la sede del partido en Madrid para celebrar los resultados. "Gobernaré sin sectarismo. Nadie tiene que sentir inquietud", ha advertido. Con la promesa de ponerse a trabajar desde mañana para situar a España "a la cabeza de Europa", Rajoy ha admitido que, ante la delicada situación financiera, no puede prometer "milagros" y ha invitado a todos, sus votantes y no votantes, a participar del cambio.
Esta contundente victoria —hasta hoy solo se habían registrado tres mayorías absolutas en diez elecciones generales— deja al PP con un poder omnímodo en España. Gobernará en la Administración central sin necesidad de alianzas; ya manda en 11 de las 17 comunidades y en la mitad de los Ayuntamientos. El hundimiento del PSOE, que ha caído 13 puntos en apoyo electoral (del 43% ha pasado a menos del 30%), ha impulsado la mayoría absoluta del PP (44%, casi cinco puntos más que en 2008).
Rodeado de algunos de sus fieles,Rubalcaba ha admitido esta noche la derrota socialista: "Hemos perdido claramente las elecciones". Al filo de las 22.30, y después de la llamada de rigor al vencedor, el socialista ha comparecido en la sede del partido de la calle Ferraz para anunciar que ha propuesto al secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, la convocatoria de un congreso ordinario para gestionar el futuro del partido tras la debacle.
Diez millones de españoles han dado hoy su confianza a Rajoy, de 56 años, registrador de la propiedad y político profesional desde los 26. En sus 30 años de experiencia en la gestión pública ha sido, además de presidente de Diputación (Pontevedra, 1983-1986) y vicepresidente de la Xunta de Galicia (1986-1987), ministro de Administración Territorial, de Educación, de Interior, de Presidencia, Portavoz y Vicepresidente del Gobierno entre 1996 y 2003. Es la misma persona que fracasó dos veces consecutivas en las dos anteriores elecciones generales y que resistió las embestidas internas en su partido, donde había sectores que desconfiaron de Rajoy a raíz de la segunda decepción, en 2008. Su perseverancia y la coyuntura económica le han llevado en volandas hasta un éxito completo para su partido.
El líder del PP ha llegado a lo más alto con un discurso plano cargado de propuestas ambiguas basadas en un programa intencionadamente indefinido que ahora deberá concretar. Los primeros días de Rajoy al mando del Gobierno, a partir de la segunda quincena de diciembre si no hay un adelanto pactado con los socialistas, serán especialmente intensos y complejos. Con la solvencia de España bajo mínimos y los mercados reclamando más recortes de gasto público, el líder del PP deberá resolver en dos semanas la subida de 8,5 millones de pensiones; decidir los salarios de 3,1 millones de funcionarios (recortados y congelados desde hace año y medio) y, con algo más de tiempo pero no mucho, dónde meter la tijera para ahorrar al menos 16.000 millones de euros el próximo año para reducir el déficit al 4,4% ycumplir así los compromisos con Europa. Serán sus principales deberes nada más sentarse en el sillón de presidente del Consejo de Ministros

No hay comentarios:

Publicar un comentario