Por Johnny Arrendel
Creo que el baloncestista dominicano de la NBA, Alfred Horford, no recibe un trato justo por parte de la prensa deportiva local.
Es que la crónica se volcó a los peloteros, desde que el promedio salarial que devengan en la Grandes Ligas se incrementó.
Se reconoce que estar en la Gran Carpa es notable, aun sea como suplente es integrar una elite, pero no es para tanto.
En las discotecas los animadores y cantantes les mencionan constantemente, la Policía y la DNCD les nombra oficiales honoríficos y siempre tienen como relacionistas a determinados periodistas.
Incluso, el lanzador Alfredo Simón fue imputado de asesinato y al momento de entregarse le recibió el propio jefe de Policía.
Cierto, desde años sobran peloteros criollos estelares, a diferencia de los años 60, 70 y 80, cuando pocos alcanzaban notoriedad por temporada.
Pero ahora, cualquier player de cuarta categoría es millonario y hay que hacerle coro.
En cambio, el atleta nacional más grande, Félix Sánchez, tras consagrarse con el oro en los 400 metros vallas en las Olimpiadas de Atenas del 2008, fue vituperado por parte de la prensa local al disminuir sus facultades.
Algunos cronistas pidieron públicamente a Sánchez retirarse cada vez que fracasaba en competencias, e incluso se mofaban, per estoicamente, seguía.
Cuando se produjo la hazaña milagrosa de que Félix Sánchez ganara otra vez la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, volvió a ser estimado por los cronistas criollos
También está el caso de nuestro primer NBA estable, Luis Felipe López, durante su estadía recibió poca atención, en comparación con beisbolistas de menor nivel relativo.
Ahora, Horford, se ubica como el mejor de los hispanos en la NBA, por encima de los españoles Mark Gasol y Ricky Rubio y del venezolano Greivis Vásquez.
Horford, además, junto a Jack Michael Martínez, han sentado sus reales entre los delanteros y centros dominantes en los escenarios internacionales, con la camiseta de la Selección Nacional.
Alfred destaca por su educación y conducta ejemplar, sobre la base de la correcta orientación, derivada de su madre, Arelis Reynoso.
Horford no tiene rival para el galardón como Mejor Hispano del Mes en la NBA, que ha obtenido en tres ocasiones consecutivas.
En febrero, promedió 21,5 puntos; más de once rebotes; 1,8 tapones y tres asistencias por juego. Metió el 62.13 por ciento de sus tiros de campos, y acertó la mitad de sus lances de tres puntos.
Así, Horford obtuvo una valoración de 29,8, solo detrás del inmenso Lebrón James y de James Hardy, y por encima de Kevin Durant, es decir, en la elite del baloncesto.
Horford anotó ayer su punto cinco mil de por vida en la NBA, lo que según el cronista José Cáceres, del diario Hoy, “pone de relieve que está a punto de consagrarse como “Superestrella”, desde la condición estelar que ya ostenta”.
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