Las lluvias ayudan a sofocar el fuego que por ocho días devastó el Aceitillar de Pedernales

Las fuertes lluvias ayudaron a concluir este domingo la pesadilla para los más de 400 hombres y técnicos que se mantenían dando retoque a los remanentes del siniestro devastado que destruyó millones de pinos y espacies endémicas en la Sierra de Bahoruco.
Truenos, relámpago y grandes precipitaciones de cientos de miles de litros de agua lluvia exterminó los remantes del fuego controlado en su totalidad por las brigadas forestales, incluidos soldados del Ejército dominicano, el pasado sábado que en medio de la odisea y la inclemencia lucharon para el control total del incendio más grande de la historia en la Sierra.
Las brigadas enviadas por las Fuerzas Armadas y el Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (CESFRONT), la mayor parte de la trayectoria del fuego la sintieron en carne propia cientos de hombres provenientes de San Juan, La Vega, Constanza, Barahona, Duvergé, Puerto Escondido, Pedernales y Enriquillo, completando una matrícula de 400 hombres, quienes botaron el cuero en la sierra y pasaron todo tipo de vicisitudes ante el calor agobiantes que se producía por las llamas del incendio y el fuerte calor que se extendía por todo el bosque, hasta afectar la parte urbana de Pedernales, de donde se vislumbraba la gran humareda y el cielo enrojecido
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