La humildad renueva vida

La humildad también es de ORO  

Por Hidalgo Rocha Reyes

Había manifestado mi interés, como cada año, de analizar minuciosamente los premios que todos los barahoneros envuelto en área de la comunicación y  la farándula local esperamos siempre  y que el pasado viernes fueron entregados, pero metido en algunos placeres deportivos me dio por mirar hacia dentro y cambie de parecer.

   De verdad que no soy muy dado a dar la misma Pela cada año, como aquello del reclamo de los fuegos y el mal uso dado por los niños, las teleras que aumentan y de que se quedo Juanita y dijo que volvía en cada Diciembre. Por ello me vire, aunque sé que algunos esperaban ese análisis con ansiedad hoy solo quiero hablar de la humildad.

Los Premios de ORO  me han dado una gran lección, no en el montaje ni en los galardonados, sino en aquellos que participaron y no salieron beneficiados. He revivido en mi mente como  personas que eran nominadas en años anteriores y que este año fueron ganadores, se revestían de elogios para aquellos que obtenían las distinciones de esos premios. Reviví sus escritos, sus participaciones en medios  radiales y televisivos locales  valorando el trabajo de quienes obtenían esos premios con una humildad digna de imitar.

Compañeros de las diversas aéreas, nominados y galardonados que ponían la justeza de su ser a través de la humildad por encima de un simple reconocimiento o trofeo.

Esa  humildad que demostraron aquellos que manifestaron con júbilo el reconocimiento logrado por algún compañero de su medio, en años anteriores, hoy llora por su ausencia.

Pocos han sido los capaces de reconocer que los tiempos no son estáticos y que las valoraciones, quizás, no fueron las mismas. Pero también poco han sido humildes en valorar y hacer lo que con ellos hicieron, reconocer el trabajo de los demás, y más de aquellos que, por la razón que fuera que entienda usted, salieron dignamente galardonados.

La humildad demuestra paz interior, la humildad renueva vida. Reconozcamos y valoremos el éxito de los demás, porque al igual que los nuestros, llegan por alguna razón y cuando otros son que nos los reconocen es porque es producto de una gran labor.