Volver a Jesús
Por BIENVENIDO MATOS PEREZ
El mundo de
hoy es una gran imulación, algo así como un monumento ostentoso, una
caricatura burlesca a los valores originales que fueron impresos en el hombre
desde el momento de su creación.
La escasez de valores, la ausencia de amor, la falta
de solidaridad, la pérdida de fe, la ausencia de confianza, de entrega, la
carencia de horizontes limpios como metas del hombre se han esfumado del
pensamiento de la humanidad.
Vivimos el día a día el presente con sus cargas y sin
sabores, cada quien con sus alforjas sobre si mismos llenas de amarguras, de
frustraciones y lo peor de todo vivimos con las alforjas llenas de
desesperanzas de temores de dudas como si la vida se nos fuera a acabar mañana.
La sociedad no es hoy el conjunto de personas que
habitan un mismo territorio y se rigen por las mismas leyes, ¡No!, La sociedad
es una élite, un círculo cerrado, una reunión de compadres y comadres que
trazan sus propias reglas, sus propias leyes, todo para nosotros si algo queda
también para nosotros ese parece ser el único camino de la humanidad de hoy, el
individualismo personal y de grupos, por ello cada día nos quedan menos
lugares, menos santuarios donde ir a llorar nuestras desesperanzas a rumiar
nuestras añoranzas a repensar nuestras quimeras.
Los sistemas políticos hace tiempo que devinieron en
sistemas diabólicos de opresión, en entes de división de sociedades enteras, en
piedras de escándalos de continentes completos en verdaderos mecanismos de
opresión capaces de torcer sobre la base del dinero corruptor hasta los
designios infalibles de la historia.
Los sistemas políticos, solo han servido y esto hay
que reiterarlo para hundir a la raza humana en el peor de los desalientos, los
estado puestos al servicio de pequeños grupos constituidos en súper estructuras
al servicio de intereses particulares, que son una especie de verdaderas
asociaciones de malhechores, estos recurren a la guerra entre hermanos para
vender sus armas, sus mortíferas armas de destrucción masiva que son el
resultado de inversiones cuantiosas, millonarias para favorecer la industria de
la guerra, una industria inmoral, criminal que le ha robado a los pueblos, a
los países, a la gente la paz que es el estado natural en el que todos estamos
llamado a vivir, y lo que es más triste y pesaroso que le roba a la humanidad
todos los recursos que deberían usarse para la investigación científica en
materia de salud, Para erradicar el cáncer, la diabetes, el sida y otras
enfermedades que tornan en desgraciada la existencia humana, el dinero que
tanta falta nos hace para diseñar y vivir en un mundo mejor.
Lo único que los dirigentes de hoy han hecho con
eficiencia es alentar el desaliento, la marginación, la ineficacia, es fomentar
el individualismo, la falta de solidaridad, la falta de fe, de perseverancia,
el pecado, el olvido, la impunidad con todas sus secuelas de males aberrantes.
El socialismo que se Vislumbro como un sistema para
que el hombre se realizara cabalmente devino después en un perturbador de la
libertad del hombre, en una verdadera asociación para la maldad y con el
¡también fracaso la primavera!, pensamos entonces que la caída del muro de
Berlín, el derrumbe del modelo de socialismo del este que en muchos países dio
resultados esperanzadores, abriría las puertas a iniciativas políticas más
auspiciosas para los pueblos del mundo, más coherentes con las aspiraciones de
un mundo mejor, pero tampoco fue así pues el capitalismo emergió con toda la
brutalidad que lleva inmersa en sus entrañas y el mundo se hizo unipolar, nada
cambio la unipolaridad nos empujo a la guerra , la guerra de Irak que se cierne
sobre la historia como una verdadera tragedia, como un crimen de una parte de
la humanidad contra la humanidad entera, como una vergüenza para la condición
humana, esta guerra como todas las anteriores organizadas, dirigidas y
fomentadas por los líderes del mundo contra sus propios hermanos ha sido una
forma de descalificación de quienes han debido garantizarles a todos cuanto
menos paz y tranquilidad.
La guerra de Irak como la de Vietnam, y como todas las
que han sucedido ha sido el fruto de la ambición de los poderosos, puesto que
para invadir a Irak los norteamericanos tuvieron que violar sus propias leyes,
edificaron un mundo de mentiras que pretendieron fuera justificación a tan
malvada empresa y así las leyes internaciones fueron menos que pedazos de
papeles, y hoy la guerra sigue su agitado curso y ya los muertos son casi
incontables.
Frente a tantas barbaridades, ¿puede decirse que ha
fracasado el hombre como gerente del mundo?, ¿hasta qué refugio acudir en busca
de hallar respuesta a nuestras debilidades, a nuestras carencias?, ¿Quién nos
ayudara a palear siquiera las miserias que se vuelcan sobre nosotros
constantemente y que penden sobre la humanidad cual espada de Damocles?.
¡Volver a Jesús! Es mi respuesta, no percibo en el
hombre de hoy las capacidades para tan inmensa tarea, Dios dijo “Mirad a mi
todos los términos de la tierra y seréis salvo”.
Cuando el hombre se aparto de los caminos de su creador
se convirtió en pecador y el pecado no solo rompió la relación de Dios con los
hombres, sino que sumió la humanidad en el estado de calamidades en que se
encuentra.
Volver a Jesús significa hacer morir en nosotros las
ambiciones personales, el amor por la riqueza desmedida, es renacer de nuevo a
la esperanza y cerrar en nosotros los odios, los personalismos malvados que son
la causa de tanta prevaricación.
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