Lo que escribe Victor

La escuela forma hombre ejemplar y país modelo 

Por Victor Santana

   La sociedad actual experimentada, sabia y responsable debe concentrar mayores esfuerzos en tener escuela con las mejores condiciones, moderna, creativa y con un personal docente de primera categoría, de clase mundial y firme compromiso para continuar creando un presente próspero y un porvenír asegurado y sólido. Es la escuela el espacio ideal con fines definidos y la misión principal de formar hombres y mujeres de bien, moral sólida y personas responsables con amplia capacidad creativa e investigativa para formular y lograr condiciones óptimas necesarias para compartír una sociedad libre de flagelos que degraden la condición humana. Educación integral y competitiva para todos los ciudadanos que trabajarán para ser exitosos en sus desempeños laborales y alcanzar satisfacción de vida con reconocimiento de la sociedad por contribuír al desarrollo y prosperidad general. En este ambiente no habrá necesidad de construír cárceles ni comprar armas de fuego para defenderse de la maldad de antisociales. Habrá un clima de respeto, armonía, convivencia pacífica y de paz. Las clases sociales armonizarán.

   La escuela abre las puertas a todos los niños y jóvenes y con mayor razón para aquellos nacidos en hogares humildes donde se respira la pobreza, miseria, abandono y un futuro indefinido que los convierte en marginados, maltratados y desconsiderados por la misma sociedad y sus leyes elaboradas por personas que no piensan en las causas que genera los defectos. En el centro escolar encontrarán soluciones y orientaciones motivantes para crecer y desarrollar sus talentos para luego ocupar posiciones de primacía en el sistema administrativo laboral en igualdad a todos los demás jóvenes. La juventud arropada en la miseria tiene las mismas potencialidades de habilidades e inteligencia que el total de los jóvenes; es una riqueza, un tesoro  que la escuela se encarga de rescatar y poner en su mente las herramientas del conocimiento y convertirlos en agentes de cambios y harán  importantes aportes económicos y serán modelo de disciplina y buena conducta.

   En el presente las autoridades del sistema educativo están realizando lo que debió empezar cinco décadas atrás, invertír grandes recursos económicos en nuevas y muchas escuelas de calidad, valorando y formando maestros y científicos que ahora se estuviera sembrando y cosechando los resultados de los conocimientos funcionales en los niños que lleguen a las aulas y así descubrír un mundo nuevo de prosperidad, saber y conocer sobre todo lo existente en su ambiente formándose para útiles a la sociedad y su familia. Hace tres años se viene cumpliendo esa aspiración que mantuvo la población y que está constituyendo una solución efectiva para ir eliminando la preocupación sobre los efectos perjudiciales de los actos delincuenciales. 

   Cuando un pueblo está educado el ciudadano es un ejemplo de buena conducta y modelo en su desempeño, distingue el bien del mal, rechaza actos inmorales, cuida su ambiente, valora los símbolos de la nación, respeta las leyes y trabaja con dignidad para sustentar con comodidad a su familia. Bajo la educación todos los efectos son positivos. Hay que atraer y buscar a los niños para que sientan amor por la escuela y mantenerse en la tanda extendida para su profesionalización integral y que la familia y la sociedad vivan en paz y armonía en todas las generaciones