LAS REDES SOCIALES:
Estamos Perdiendo la Voz
Iniciando el largo
asueto de Semana Santa, recibí la llamada de una amiga de muchos años,
residente en la capital, animada por el interés de comunicarme que se estaba
hartando de las redes sociales: facebook, whatsapp, instagram, etc., ya que,
según ella, aparte de que la comunicación por esas vías es inerte, sin vida,
hay personas que envían fotos, caricaturas y vídeos poco agradables.
Se queja también
(mejor dicho, se lamenta), que muchas personas, incluso profesionales, escriben
tanto y con tantas faltas ortográficas, que es mejor no tenerlas como
contactos, ya que de tanto que se comunican atropellando las elementales reglas
gramaticales de nuestro idioma, uno mismo terminaría asumiendo sus faltas:
boy (de ir), a beces, berda (por verdad), axion o acion (por acción),
etc.
Convenimos en que se
está haciendo urgente una campaña por los medios de comunicación masiva, para
lograr que los usuarios de esas herramientas que nos proporciona la tecnología,
demos el uso fundamental para el que fueron creadas: comunicarnos con textos e
imágenes que nos ayuden a fortalecer los lazos familiares y amistosos, e
informarnos de las cosas que fortalezcan nuestros conocimientos.
Eso no significa que
nos pongamos psico-rígidos y dejemos de compartir chistes, comedias ni videos
musicales, jamás. Tampoco pretendo decir que por esas vías enseñaremos a
escribir sin faltas ortográficas a quienes así lo hacen, jamás.
La idea (compartida)
de la persona con quien tuve la conversación este lunes, 21 de marzo (inicio de
la primavera), es que debemos sacar mayor provecho a las redes, especialmente
al teléfono celular, porque de repente, por usar siempre el whatsapp, el
facebook , el instagram o twitter, olvidamos el timbre de voz de nuestros
amigos, y hasta reunidos en familia, grupos de amigos y compañeros de trabajo,
la mayoría de los presentes está pendiente del chat en su celular, y el
encuentro se convierte en algo frío, sin vida, sin intercambio. Es decir, el
encuentro se convierte en un desencuentro.
Y es que, hemos
hablado y hablamos tanto por las redes, que cuando nos encontramos físicamente
con el amigo, la amiga o el familiar, tenemos pocas cosas de que hablar. Y
sencillamente…no hablamos o hablamos casi nada (ya me ha pasado).
Con este sencillo y
sincero comentario, dejo iniciada la campaña por la vuelta al contacto directo,
las llamadas, aunque sacrifiquemos un poquito nuestro presupuesto del mes.
Y por favor,
aprendamos a escribir con menos faltas.
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