Adelaida Martínez R.
Representantes de organizaciones que defienden la construcción de la presa de Monte Grande, estuvieron este lunes en el programa En La Mira, que se transmite por FIdelity 94.1 FM de 5 a 7 de la noche, para plantear que a estas alturas la promesa no se ha levantado.
Benjamin Batista, dirigente comunitario y coordinador por la lucha de esta presa, manifestó que es un tema muy viejo, “tan viejo que ha paralizado la vida de mucha gente, porque ya las comunidades comenzaron a ser desatendidas creyendo que se iba a construir la presa desde hace como 25 años”.
“No se ha hecho más nada, no hay acción productiva, 25 años en desalojo es un drama inimaginable”, dijo Batista.
Recordó que en Neiba, durante la visita del presidente Danilo Medina, aunque les habían ordenado no hacer preguntas sobre el tema al mandatario, los sacerdotes, sensibilizados sí tuvieron el valor de recordarle al Gobierno su promesa.
“El picazo de Leonel Fernández vino a transformarse en el palazo de Danilo Medina, y eso fue en febrero del 2014. Anunciando Danilo en ese entonces, que se iniciaban los trabajos y que no se paralizarían hasta que no se terminara... hasta que estuviera lista la presa para inaugurarse en julio de 2016, pero en agosto de 2014 paralizaron todo”, precisó el dirigente comunitario.
Dijo que finalmente en julio del año pasado se hizo otro arreglo con la empresa Andrades Gutiérrez sobre unos ajustes, “pero no ha pasado nada”.
La importancia de la presa
La construcción de la presa de Monte Grande conlleva un conjunto de obras que vendría a beneficiar con un gran impacto a Independencia, Bahoruco y Barahona.
“Hablamos del acopio del agua que mitigará los impactos en la región Independencia, Bahoruco y Barahona, provincias que son impactadas por las inundaciones, sobre todo en temporadas de ciclones. Con esta presa se conservaría el agua para otros fines”, destacó Batista.
Destacó que con ella se construirían canales que incorporarán grandes extensiones de tierra para la agricultura, donde se detiene para precisar que “hasta ahora se surte por bombeo, sistema que colapsa a cada rato”.
La construcción de la presa incorporaría a muchas personas a la vida laboral: agricultura y generación eléctrica. Alrededor de esos beneficios se crearían empleos directos e indirectos, razón por la cual los interesados no se explican por qué no se ha brindado el apoyo necesario para llevar a cabo el proyecto.
En relación a las acciones de la empresa Andrades Gutiérrez, Batista expone que a pesar del conflicto en Brasil, han culminado proyectos en isla Catalina y San Juan a la par que han retrasado la construcción del embalse.
Entre las organizaciones que se han unido a esta lucha se encuentran diferentes comunidades de la región Enriquillo, gremios profesionales, sindicatos, juntas de vecinos, la comisión permanente para el desarrollo, presidida por el arzobispo de la diócesis de Barahona, entre otras
Es el proyecto más importante de la región Enriquillo
Clara Hilda Feliz, de la organización Lemba, manifestó que la presa de Monte Grande es el proyecto más importante de la región Enriquillo.
Recordó que recientemente en febrero, los técnicos del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) los convocaron para una reunión técnica que se celebró en el campamento de la constructora de Andrades Gutiérrez: “Nos dijeron que iba comenzar en julio, y aún no es una realidad”.
“Salimos convencidos de que era una demagogia de la campaña política, porque hemos sido objeto de una manipulación cada vez que le conviene al gobierno. Esa obra fue tema de campaña para los reelectos en el Congreso; nos utilizaron”, manifestó.
Entre los próximos pasos que darán las organizaciones que luchan por la construcción de la represa Monte Grande, Batista señaló que está la rearticulación para realizar una asamblea y definir qué harán en lo adelante.
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