La huelga afecta el bienestar del pueblo trabajador
En los
países de economías sólidas o desarrolladas los sectores responsables de la
producción de bienes y servicios y de la logística de transporte evalúan las
causas o factores negativos que puedan afectar el desenvolvimiento efectivo de
las actividades económicas o el buen nivel financiero de la sociedad y del buen
negocio.
Pensar en una huelga o paralización de la distribución de cargas es un
daño incalculable que afecta a sus propulsores y al resto de los estamentos que
dinamizan la economía en su conjunto.
Una huelga significa dejar de trabajar,
parar la producción, no poder pagar las deudas, no ir a la escuela, no comer y
no cumplir con los contratos de entrega de productos al mercado. Para propiciar
una huelga se requiere apartarse del análisis sensato y de no pensar en las
graves consecuencias que se derivan de una acción contraria a la economía.
En décadas
pasadas el pueblo era solidario y respaldaba los movimientos huelgarios porque
levantaban consignas democráticas y reivindicativas. Al pasar el tiempo el
panorama fue cambiando porque los propiciadores buscaban defender sus intereses
particulares y negociaban de espalda al pueblo y obtenían jugosas ganancias que
agrandaban sus bolsillos y dejaban a los sectores populares con la "boca
abierta", frustrando las buenas intenciones y dejando el cansancio en el
pueblo luchador.
Hoy todos nos conocemos porque los tigueres y leones sacaron
sus garras y nadie se presta para que lo engañen. Los pobres no se benefician
de las paralizaciones porque diluyen las posibilidades de conseguir el peso del
dinero que corre cada dia.
Hay
ocasiones en que detrás de los llamados a huelga se esconden intereses
políticos y económicos de sectores poderosos y políticos partidarios que
aprovechan cualquier situación y argumentan razones populares para conquistar
apoyo y sensibilizar a sectores bien intencionados pero desorientados que
puedan ofrecerse para sumar fuerza, pero sin pensarlo "afilan cuchillo
para su propia garganta". Además haciendo uso de sus recursos crean
corrientes de opinión a través de sus medios de comunicación para hacer creer
que son fuerzas poderosas e invencibles.
Todos
entendemos que los intereses del pueblo están por encima de cualquier sector en
particular. Ningún factor ni nadie puede parar u obstaculizar la buena marcha
de las actividades económicas de la nación, frenar la marcha de los planes de
trabajo y educación; nada impedirá la aspiración general de mejorar las
condiciones de vida en general, desarrollar la capacidad productiva y avanzar
hacia la autosuficiencia y la eliminación de todas causas que generan la
pobreza.

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