Los pobres no se benefician de las paralizaciones - El Playero Digital

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Los pobres no se benefician de las paralizaciones


La huelga afecta el bienestar del pueblo trabajador 
Por Victor Santana
En los países de economías sólidas o desarrolladas los sectores responsables de la producción de bienes y servicios y de la logística de transporte evalúan las causas o factores negativos que puedan afectar el desenvolvimiento efectivo de las actividades económicas o el buen nivel financiero de la sociedad y del buen negocio.
 

Pensar en una huelga o paralización de la distribución de cargas es un daño incalculable que afecta a sus propulsores y al resto de los estamentos que dinamizan la economía en su conjunto. 

Una huelga significa dejar de trabajar, parar la producción, no poder pagar las deudas, no ir a la escuela, no comer y no cumplir con los contratos de entrega de productos al mercado. Para propiciar una huelga se requiere apartarse del análisis sensato y de no pensar en las graves consecuencias que se derivan de una acción contraria a la economía.

En décadas pasadas el pueblo era solidario y respaldaba los movimientos huelgarios porque levantaban consignas democráticas y reivindicativas. Al pasar el tiempo el panorama fue cambiando porque los propiciadores buscaban defender sus intereses particulares y negociaban de espalda al pueblo y obtenían jugosas ganancias que agrandaban sus bolsillos y dejaban a los sectores populares con la "boca abierta", frustrando las buenas intenciones y dejando el cansancio en el pueblo luchador. 

Hoy todos nos conocemos porque los tigueres y leones sacaron sus garras y nadie se presta para que lo engañen. Los pobres no se benefician de las paralizaciones porque diluyen las posibilidades de conseguir el peso del dinero que corre cada dia.

Hay ocasiones en que detrás de los llamados a huelga se esconden intereses políticos y económicos de sectores poderosos y políticos partidarios que aprovechan cualquier situación y argumentan razones populares para conquistar apoyo y sensibilizar a sectores bien intencionados pero desorientados que puedan ofrecerse para sumar fuerza, pero sin pensarlo "afilan cuchillo para su propia garganta". Además haciendo uso de sus recursos crean corrientes de opinión a través de sus medios de comunicación para hacer creer que son fuerzas poderosas e invencibles.

Todos entendemos que los intereses del pueblo están por encima de cualquier sector en particular. Ningún factor ni nadie puede parar u obstaculizar la buena marcha de las actividades económicas de la nación, frenar la marcha de los planes de trabajo y educación; nada impedirá la aspiración general de mejorar las condiciones de vida en general, desarrollar la capacidad productiva y avanzar hacia la autosuficiencia y la eliminación de todas causas que generan la pobreza.

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