Una
Sociedad… muy inJusta!
En la
República Dominicana de hoy, se ha hecho algo muy habitual, el que cada día que
encendemos la televisión o que habilitamos un momento para hojear el periódico
de cada mañana, ya sea en los programas noticiosos o en las secciones de igual
género en la prensa escrita, nos topamos con una naturalidad espantosa, con
trágicas noticias de nuestra sociedad, en nuestro país de hoy.
De igual
manera que nos topamos con estas trágicas noticias que describen con ribetes
mayúsculos el más mínimo detalle de cómo acontecen esas tragedias, de igual
manera, nos topamos con el alarmante número que refleja una alta tasa de
desempleo, no solo en el país, sino; en el mundo entero.
Un tema y
otro, son parte de un componente social que van de la mano en el diario vivir
de nuestra República de hoy.
El
desempleo, es un alimento para la generación de violencia, de eso no cabe
dudas, es por todos sabido, que un ser humano atrapado y sin la capacidad
económica de respuesta ante la vorágine del mundo consumista de hoy, se le hará
muy cuesta arriba, el soportar y enfrentar con la tranquilidad necesaria el día
a día que se le vendrá necesariamente encima.
Un ser
humano con pareja e hijos, con necesidades perentorias de vivienda, de
alimentos, de vestimentas, de medicina, de educación y hasta necesariamente de
diversión, cómo se la ingeniará para lidiar con ese problema ante la ausencia
del tan necesario empleo para sobrevivir y poder llevar una vida social y
moralmente digna.
Hasta ahí,
nos topamos con un cuadro que fácilmente nos describe una realidad que nos
asocia de manera automática a un trágico acontecer en el futuro inmediato de
esa persona o de esa familia.
Me llega la
necesaria pregunta, de qué le ofrece nuestra estructura social de hoy como
paliativo mínimo a esa persona o a ese núcleo familiar en tan difícil y
precaria realidad de existencia.
La verdad
es, que no hay respuesta y por ende, ya conocemos muy bien las alarmantes
estadísticas, en donde por lógica conclusión, asumimos que estos actores de una
forma u otra, terminarán pasando a engrosar los números en rojo de esas fatales
matrículas de violencia y tragedia que con tanta gracia periodística, muchas
veces, nos asedian los medios; abusando del morbo de una prensa sensacionalista
e irresponsable a la hora de informar, en vez de conducir sus informaciones con
el debido profesionalismo y el respeto que se merece la sociedad nuestra.
Ese cuadro
por un lado, por el otro, tenemos la cruel realidad de los programas que entre
comillas, buscan la apropiada reinserción social de quienes cometen delitos, y
digo cruel realidad, porque los beneficios que se les otorgan a quienes
delinquen, no están concebidos para aquel que cae en la desgracia del
desempleo.
Me hago la
pregunta: tiene el desempleado asegurado cama, techo, alimento y educación
entre otros beneficios que aquel ostenta, porque como paradoja de la vida, al
que viola y mata, o roba, le esperan entre comillas… el confort de todos estos
privilegios!
Ya no se le
llama preso en el nuevo modelo penitenciario, ahora se le llama “Privado de
Libertad” y entre sus beneficios, tienen facilidades para hacer deportes y
otras actividades de ocio para su recreación, aspectos que les permitirán sea
más llevadera su vida dentro del recinto carcelario, pero también se le asiste
en el campo de la salud mental con psiquiatras y psicólogos a su entera
disposición, para ayudarlo a manejar el stress que le pudiese generar la
privación de su libertad.
Tiene el
desempleado estos privilegios para manejar el stress de la desgracia que se le
ha venido encima, le ayudan con las tres papas calientes, para que su estómago
se mantenga lleno y le funcione aquello de “Barriga jarta corazón contento”,
pues debemos recordar y tener bien presente, aquella otra famosa expresión de
que: “El mal comío no piensa” (asomo de violencia).
Mientras el
“Privado de Libertad” tiene garantía alimentaria y de techo, al desempleado
inquilino por demás en la mayoría de las veces, le están pidiendo la casa y
pronto se verá en la calle con sus muchachos al hombro.
Mientras al
“Privado de Libertad” le crean las facilidades de estudios en las cárceles, el
desempleado se estará preguntando cómo hacer con la educación de sus hijos.
He llegado a
la conclusión de pensar y creo que tengo la libertad para así hacerlo, de
asumir que bajo esas premisas, deberán ser muchos los Reos que han llegado a la
sabia conclusión de que matando a dos o tres y realizando uno que otro atraco y
llevando a cabo unas cuantas fechorías o cometiendo violaciones frente a
indefensas mujeres, al fin y al cabo, en algún momento el Cabo o el Sargento
terminarán echándole el guante y entonces y sólo entonces… vivirán una vida
feliz!
En
conclusión, dejarán de llevar una vida de desempleado, para pasar a ser
elementos “Privados de Libertad” pero con todas las prerrogativas de ley a su
favor, leyes que le protegen en el nuevo sistema y las cuales les conferirán en
su nueva condición de vida un nuevo estatus social, pues ya no son presos, a
partir de ahora serán “Privados de Libertad”.
Pareciera
como si condenáramos al infeliz desgraciado, perdón: desempleado.
Pareciera como si alimentáramos la violencia, para después premiarla.
Todo parece indicar que somos una especie de sociedad al revés.
Pareciera como si dijéramos: Arriba el delito!
Pareciera como si alimentáramos la violencia, para después premiarla.
Todo parece indicar que somos una especie de sociedad al revés.
Pareciera como si dijéramos: Arriba el delito!
Que inJUSTA…
nuestra SOC!EDAD!
Alguien que a veces... quisiera estar preso!
Pd: NO me
opongo a la reeducación para la correcta reinserción a la sociedad de quien
delinque, pero me parece más injusto que se "premie" a quien viola
las correctas normas de convivencia social Vs. Se castigue con la indiferencia
y la marginación por parte del sistema… a quien atraviese una condición de
desempleado!
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