Manager malo

Hidalgo Rocha Reyes

Hoy estuve mirando el juego. Como jugador y conocedor, sin las pasiones de los que están en las gradas, los cuales al igual que yo, esta vez, coincidíamos, veíamos que algo estaba pasando por lo cual el equipo perdía sin que el manager hiciera algo para variar el juego.

Dado que los jugadores en la cancha hacían lo que le daba la ganas, las gradas vociferaban al manager que haga algo. Que pida tiempo, que siente a fulano y este ni se inmutaba.

Un descontrol total del juego. Era un juego individual. Este deporte es de juego en equipo. Pero el manager estaba en el limbo. No buscaba las estrategias para sacar el mejor proyecto del juego, todo era paseito.

El centro, el amador y los tiradores, todos sin excepción subían y tiraban el balón a su gusto. Sin justificación y el equipo perdiendo y las gradas airadas por este descontrol.

Nunca se había visto algo así. No era que el equipo era bueno, es cierto, pero para ello esta el manager para sacar lo bueno, el máximo a cada quien y justificar su sueldo, pero no lo hacia. Por el contrario enmudecía y cuando algo decía hablaba recordando que antes el equipo siempre perdía. Que la cosas han cambiado. Y la grada mirando.

Ya llegando al tercer cuarto, los jugadores siguen aumentado la distancia a favor del contrario mientras el manager dice que el no puede hacer nada. Que desde el pasado, ese equipo que él orquesto y seleccionó, tiene su autonomía para decidir que hacer en el juego. Que de manera individual estos jugadores pueden alimentar su ego, su codicia y el aplauso de sus queridas. Barbaro!!

Perdiendo el juego por mucho, las gradas tirando chipas y este hombre es pura sonrisa. Como si a él nada le importara. Dice que no puede controlarlo, pero que siempre que aparezca una cámara y un micrófono, pueden todo subirse los ingresos porque todo estará bien arriba donde el balón no hay quien lo tome, cree él sin saber lo que se avecina.

Abogado y comunicador