Confesión

Angel Gonzalez Adams

 Hoy quiero confesar que he pertenecido a varias pandillas. En la primera de ellas , mi pandilla y yo solo teníamos un horizonte, el mar. Nos embarcabamos en aventuras que sus destinos era el mismo, playa saladillas, solo le temíamos a nuestros padres, vecinos, abuelos, temíamos faltarles.

En nuestras aventuras por las calles de nuestro pueblo, algunos de nosotros conocimos al jefe de otra pandilla, su nombre era Carlos Lassis. Este nos llevó a otras aventuras, nos envolvió en la magia de los colores, de plasmar y crear imágenes, de jugar con lodo, barro , nos hizo cómplice de sus sueños, nos convirtió en amantes del Arte.

Con el tiempo, conocí otro jefe de pandillas, este era fuerte, algunos le temíamos, pero cuando le conocí, y aprendí a ver lo que perseguía, comencé a admirarlo, a escucharlo, este nos enseñó la importancia de la educación, nos hablaba de un sistema de educación, sistema monitorear, nos enseñó a estudiar, a amar ser educado, este se llama Yorik Piña.

Amo cada momento que pasé con mis pandillas, amo por siempre a sus jefes, a cada uno de sus miembros.