Doña Digna Alcántara apeló la sensibilidad de la Primera Dama de la República Raquel Arbaje, para los fines de que ésta pues gestionar la reparación de su humilde casa, tras asegurar que el techo se está desplomando poco a poco y teme morir aplastada en cualquier momento.
La señora, conocida en la barriada como “Ronda”, dijo que al ser sobreviviente de una trombosis
no puede trabajar para ganar el sustento diario y mucho menos para mejorar las condiciones en la que actualmente vive tras haber quedado viuda.


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