- El Playero Digital

lunes, 9 de enero de 2012

Que bueno que la sensatez se impuso en Acción de la Tarde



POR ALEJANDRO SANTANA
Vi con gran alegría en Ecos del Sur  el ultimo trabajo del colega Benny Rodríguez dando cuenta de la manera salomónica y acertada con que se manejo el impace surgido en el programa interactivo Acción de la tarde y donde descubrimos además una nueva faceta de este profesional  que hace referencia a varios versículos bibiclos que lo ubican como un hombre que anda  acogiéndose a los consejos del señor.

En su ultimo articulo hace referencia a la solidaridad de amigos y colegas a los que agradece, se hayan interesado en el asunto y debo decir que para quienes nos hemos formado en el periodismo, nos duele que un programa salga del aire por inconsecuencias.

Y nos duele no por los actores que intervienen en el mismo, nos duele porque es riesgoso para una región que de repente se quede sin esa instancia de denuncias y reclamos, reclamos que siempre vienen de sectores que no tienen voz y esos espacios les dan voz.

Esta vez nos solidarizamos con los conductores de Acción de la Tarde porque entendimos que tenían la razón, pero bajo ningún concepto  estuvimos en contra del señor director de la empresa.

Y si mañana ocurre algún elemento nuevo y la razón está a favor de Tito J. Vargas, pues nos solidarizaremos con el, aunque esos colegas entiendan que  entre bomberos de repente nos estamos pisando la manguera.

Sobre esa sabia desiciòn de solucionar el problema, se pueden sacar varias lecturas, pero no entraremos en enjuiciamientos, nos circunscribiremos a saludar esa salida en el entendido de que la región, la población necesita esa instancia de denuncias y sugerencia a favor de los que no tiene voz.

Arribar a acuerdos, deponer actitudes, olvidar ofensas, reconocer que se ha fallado, son grandezas del ser humanos en momentos en que pocos acogemos las sabias enseñanzas del libro de libros La Biblia ; así que queridos hermanos, que el señor los siga bendiciendo y dando claridad para consensuar.                                                                               Fuente: Ecos del Sur 

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