Roselin Marte Nova amaba bailar; era una de sus grandes pasiones en la vida.
Por esa razón, aceptó la invitación de su mejor amiga y acudió por primera vez a la discoteca Jet Set, donde tuvo su último baile.
La partida de Roselin, a sus 57 años, ha dejado un profundo vacío en el corazón de sus cuatro hijos, quienes no solo la recuerdan con amor y gratitud, sino que mantienen vivo el deseo de su madre: “estar siempre unidos”.
Marte Nova nació en Barahona, pero su anhelo de superación y el deseo de estudiar Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) la motivaron a trasladarse a la capital dominicana, donde también se especializó en Ingeniería Estructural.
Periodistas de Listín Diario conversaron con Lissy Ventura Nova, una de las hijas de Roselin, quien describió a su madre como una mujer trabajadora que, a pesar de sus grandes responsabilidades laborales, nunca estuvo ausente para su familia.
“Realmente yo no sé cómo mami lo hacía, porque ella estaba muy pendiente de nosotros, sus hijos. Siempre sacaba tiempo para su trabajo, pero mucho tiempo para la familia. La familia era lo más importante para ella”, comentó Lissy.
Narró que su madre se levantaba a las 4:00 de la mañana y se trasladaba a San Cristóbal para trabajar en sus proyectos, pero siempre buscaba la forma de compartir en familia, salir a cenar o encontrar cualquier manera de estar juntos.
“Ella siempre nos recordaba: ‘Ustedes tienen que ser unidos, ustedes tienen que ser unidos como hermanos, nosotros como familia’”.
Cumplir con ese mandato de su madre, detalla Lissy, es una de las razones por las cuales ella y sus hermanos se mantienen en pie después de aquella tragedia.
Pasiones y legado
Roselin fue descrita por su hija como una mujer resiliente, que luchó para lograr, junto a su pareja, sacar a sus hijos adelante y demostrarles que “todo lo que te propones, lo puedes lograr”.

La muerte de Roselin Marte Nova ha dejado un profundo vacío entre sus cuatro hijos.
Le apasionaba viajar
En su casa, Roselin tenía un espacio dedicado a coleccionar cerámicas que traía de sus viajes por el mundo, mientras que las orquídeas, flores que aún sus hijos mantienen en su memoria, siempre adornaban su hogar.
Marte Nova adoraba su trabajo como ingeniera estructural, amor y pasión que le transmitió a Lissy, quien decidió seguir los pasos de su madre y convertirse también en ingeniera. La hija destacó que, desde pequeña, su madre la invitaba a acompañarla en sus labores.
“Me decía: ‘Vamos, vamos a ver la obra que yo estoy empezando’. Y yo, tan emocionada de verla hacer su trabajo, me motivó a ir, aunque fuera superpequeña y me dijeran ‘la ingenierita’, pero ya con la intención de tener esa misma pasión que ella tenía haciendo su trabajo”.
Lissy también heredó de su madre el amor por el baile. Contó que juntas bailaban bachata, salsa y merengue. Manifestó que, como su madre también era fanática del fenecido merenguero Rubby Pérez, aceptó la salida al Jet Set, siendo esta la primera vez que visitaba la afamada discoteca.
“Mi mamá iba mucho a la iglesia; ella era católica y seguía el Camino Neocatecumenal. Para esa fecha, ella al día siguiente tenía que ir temprano (a la iglesia), así que me pareció muy raro que mami saliera, porque a ella no le gustaba salir en esas fechas. Pero como era el cumpleaños de una de sus mejores amigas, fue, y como iba a bailar, la iba a pasar bien”, expresó Lissy.
Agregó que, al estar en la discoteca, Roselin regresó a su casa a cambiarse de ropa y volvió al Jet Set. Sin embargo, quedó atrapada en los escombros, donde falleció. Junto a ella estaba su mejor amiga, quien resultó con lesiones, y su hermano, quien, afortunadamente, salió ileso de la tragedia.
Último proyecto y un viaje
Roselin Marte ya estaba pensando en su retiro de la ingeniería. Tras haber construido un proyecto en San Cristóbal, le dijo a su familia que realizaría la segunda fase de un complejo de apartamentos, el cual sería el último que trabajaría.
Para esto, pidió a sus hijos que la acompañaran a culminar esta etapa.
“Ella estaba muy entusiasmada con ese proyecto. Decía que iba a ser su último y que quería que todos sus hijos la ayudaran en él. Y qué pena que fue de esa manera, que todos al final íbamos a trabajar el proyecto, pero sin ella”, declaró Lissy.
Asimismo, Roselin estaba organizando un viaje familiar a Egipto para la segunda semana del pasado mes de abril, para celebrar el cumpleaños de Lissy. Escogieron ese destino porque buscaban recrear una foto de madre e hija, 10 años después de que Lissy cumpliera 15 años.
“Era una madre presente, muy pendiente. Todos mis amigos la querían; ella invitaba a todo el mundo y trataba bien a todos. No guardaba rencor a nadie, era una persona que transmitía felicidad. Y ha sido difícil; yo llevo como dos o tres meses que no puedo trabajar, que no he vuelto a mi vida normal todavía, pero poco a poco nosotros tratamos de salir adelante”, resaltó Lissy, conmovida.
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