El 587, vuelo que apago la alegría de muchas familias.
cortesia Almomento.net
El primero se produjo el 11 de septiembre y el segundo el 12 de noviembre de ese mismo año. Con el correr de los años, el ataque terrorista al Centro Mundial del Comercio (World Trade Center) en el Bajo Manhattan, se ha convertido en un símbolo de la lucha universal contra el radicalismo islámico y de otras tendencias, mientras las víctimas, en su mayoría dominicanos y dominicanas del avión, se van convirtiendo en un vago recuerdo entre las autoridades locales y de
Cada año, una ceremonia es celebrada en el monumento construido con recursos de la ciudad a unos
Ese es uno de los más perennes recuerdos que se puedan tener de la tragedia que enlutó la ciudad, Estados Unidos y el mundo y que por su cercanía con el ataque terrorista a las torres, generó especulaciones y rumores acerca de otro posible atentado. Las investigaciones posteriores de la Administración Federal de Seguridad en el Transporte Aéreo, determinó que se trató de un “error humano” del experto piloto que conducía la nave y así se quedó.
Los actos de recordación a los caídos en el vuelo 587, se quedan prácticamente entre las familias que no han podido superar todavía el trauma de haber perdido a alguien o a toda su familia en la referida tragedia.
Las instancias oficiales ni los medios, han destacado hoy el noveno aniversario del vuelo 587, mientras todavía restos de muchos de los muertos siguen esparcidos y tal vez en algún lugar desconocido de la ciudad.
Discursos, lecturas de los nombres, flores, lágrimas y oraciones en el monumento dedicado a las víctimas, volverán a ser parte de las actividades que anualmente se llevan a cabo y por las que contrario al 11 de septiembre, cuyas repercusiones siguen sonando casi a diario, hay que esperar 12 meses para rememorar a los nuestros.
Ciudadanos de Bani, donde se perdieron familias enteras, recuerdan este dias tan lamentables. Allie se construyo un hermoso Parque-jardín en honor a todos los caídos.
Aqui, en Barahona, se perdieron dos importantes vidas para familias que esperaban con amor A Orlando Matos y a Jessica Carolina Jimenez.
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