Ejemplo de superación - El Playero Digital

sábado, 22 de noviembre de 2014

Ejemplo de superación

Radhamés Pérez (Pime), de pelar pollos y llevar “san” en su niñez y juventud a un hombre próspero en los negocios 

Barahona.- Ser millonario hoy levanta todo tipo de conjeturas. Todo tipo de preguntas, menos, aquellas que tienen que ver de la forma que conseguiste tu fortuna, las vicisitudes, calamidades, hambre, frío y el poco sueño para poder exhibir lo que tienes.

Y es que en este mundo, donde la corrupción y el narcotráfico todo lo permea, hacerse millonario trabajando, es una proeza; que es lo que le ha pasado a Radhamés Pérez (Pime), un hombre nacido en la comunidad denominada como “Pie de la Loma”, Neiba, provincia Bahoruco y que el 18 de diciembre del 1973 llegó a esta ciudad de Barahona y para quedarse.
…De “matador y pela pollos a millonario”, o de “llevar san a millonario”, es un buen título de un film de ciencia ficción, pero esa vida fue la que enfrentó Pime, por lo que hoy narra con orgullo sus momentos difíciles en la vida, pero que ahora disfruta en medio de la abundancia que jamás soñó.
Recuerda que en 1973, con apenas ocho años de edad, fue traído a Barahona por el empresario Claudio Noble Suero, desde su campo de Neiba, y de inmediato, comenzó a trabajar matando y pelando pollos en el mercado público.
Claudio Noble Suero estaba casado con su tía, Dominga Medina (Chachita), y juntos, tenían varios negocios en el mercado de Barahona, lo que fue aprovechado por aquel muchacho traído de la loma en un pleno diciembre de la década del 70.
Hábil, hablador, inteligente, hicieron de aquel niño crecer en medio del bullicio del mercado, en medio de buitres, gente de toda calaña, y hacerlo hombre quizás a destiempo.
Sin embargo, al parecer, su norte solo era aprender los quehaceres del negocio, por lo que a pesar del duro trabajo diario, fue inscrito a la escuela a comienzos del 1974, donde su crecimiento en los aprendizajes fue tan meteórico como la fortuna económica que ahora tiene.
Narra que en la escuela Leonol Feltz, en dos años, fue promovido en cuatro cursos, debido a sus habilidades.
Pime explica que todos los días se levantaba a las cinco de la mañana para matar y pelar pollos, pero que después de las diez de la mañana se integraba a atender los clientes de una tiendecita, donde se vendía todo tipo de vasijas plásticas y que era muy visitada por personas de todos los municipios de la provincia Barahona.
Recuerda que para el 1977, debido a la demanda de la tienda, inauguran la quincallería Claudia, donde se vendía platos, cubetas, plásticos, pero agregaron los productos de la canasta familiar, así como ropa.
Ya para el 1978, se manejaba como asistente de la administradora, doña Chachita, luego de la salida de uno de los empleados a los cuales les tenían más confianza.
Dice que trabajaba, pero no por sueldos, y que su primer contratiempo lo tuvo cuando en el 1980 quería una motocicleta, que usada costaba RD$125.00 y nuevo en Agencia Bella, RD$250.00, pero le dijeron que no se podía.
“En ese momento yo no ganaba sueldo, yo trabajaba ahí, comía y dormía en la casa. En ese momento yo me gobernaba y lo que yo decía en el negocio eso era lo que se hacía”, precisa.
En una extensa entrevista publicada en la recién sección del periódico impreso Armario Libre, Emprendedores, Pime admite que negarle el dinero para comprar la motocicleta fue un momento difícil para él.
En esa época, los huevos eran puestos en distintas canastas, por lo que además del negocio de pollos y quincallería, llevaban varios números de san y a personas diferentes, lo que al parecer fue el motor que prendió la mecha para que Pime hoy sea conocido como un empresario emprendedor.
Dice que su primer negocio fue un san, pero innovado, ya que los anteriores duraba 105 días, pero el que abrió solo fue de 85 días, 20 menos, lo que al parecer impactó entre los clientes.
“En mi primer negocio me gané RD$170.00 y se hizo con el objetivo de comprarme la motocicleta”, expresa.
Pime llegando a su principal negocio en el centro de Barahona
Pime llegando a su principal negocio en el centro de Barahona
Pero no compró el anhelado vehículo, abrió otro san donde llevó dos números y en vez de ganarse RD$170.00, los beneficios fueron de RD$240.00.

“El 1980 es el año de partida mío y del mundo. Ahí nosotros arrancamos con tres números, luego con cuatro, luego con cinco, pero cambié la modalidad, donde se establecía que el mayor número sería cobrado a los 50 días, no 100 como antes”, sostiene.
Manifiesta que salía a recoger el dinero del san a la una de la tarde, y muchas veces, a las ocho de la noche no había terminado.
Radhamés Pérez está casado con la señora Magnolia Medrano, a quien atribuye gran parte de lo que es hoy, con quien ha procreado cinco hijos, cuatro hembras y un varón, además de una prima la cual trata como su propia hija.
“Hay un refrán que dice que detrás de un hombre próspero hay una gran mujer, y eso es mentira, eso no es así, porque debe ser que delante de un hombre próspero hay una buena mujer, delante, no detrás, porque la mujer es la persona que siempre está cuidándote en todo lo que tú vas a hacer”, proclama.
Sostiene que como institución, está funcionando a partir del 1992, desde donde le ha servido a más del 80% de los empresarios y pequeños comerciantes de Barahona.
A pesar de los logros económicos alcanzados, Pime dice que no se siente realizado en un 100%, porque eso lo podrá decir cuando vea a sus hijos profesionales y un mejor país.
“A Barahona yo no tengo con que pagarle; lo que Barahona ha hecho conmigo, no tengo con que pagarle. Por eso yo salgo a la calle y veo 20, 30 y 50 personas y fácilmente todos me conocen”, asegura.
Hoy, Pime cuenta con varias empresas prósperas, y a pesar de que se negó a revelar su capital, por asuntos de seguridad, afirma que tiene con que vivir dignamente.
Es propietario de Súper Préstamos, la constructora Compeca, Agua Sureña, lo que era Casa Magnolia (antigua Casa Afife), una empresa de serigrafía, además de ser socio de otras dos empresas, las cuales no dio sus nombres.
Afirma que tiene 80 empleados, quienes todos los días llevan la canasta familiar, lo que dijo, lo llena de orgullo, a pesar de que le gustaría contar con mil personas que trabajen para sus empresas.
“El deseo de la mayoría del barahonero no es que yo tenga 100, es que tenga mil millones de pesos”, manifestó.
Sostuvo que es tolerante y sensible con sus clientes, por lo que si no le pueden cumplir, por una u otra razón, aguanta hasta más no poder, para no perder a un amigo.
“Depende, uno, dos, tres, cuatro millones de pesos me han tomado prestado aquí en Barahona”, expresó Pime, ante la pregunta de cuál había el préstamo más grande que había otorgado a través de Súper Préstamo.
Dijo que a través de esa empresa, hace préstamos personales desde RD$3,000.00 hasta los RD$ 4 millones.                                                                  Armariolibre.com

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