Violencia Vicaria
Hay temas que le llegan a
uno que realmente son sorprendentes. En cualquier parte y de cualquier
situación encuentra uno temas que le llaman la atención y se convierten en una obsesión
para plasmar en este medio su opinión.
Uno de eso temas es la
Violencia Vicaria. Debo decir, y me honra decirlo, que aun siendo abogado
desconocía de esta terminología dentro de la violencia intrafamiliar. Ella
llego a mi mediante un cuestionario que estudiantes de termino de licenciatura
en Derecho de una universidad local me dieron a llenar para su tesis de grado,
cuyo tema precisamente era la violencia intrafamiliar en esta jurisdicción
amparado en la ley 24-97.
Aun siendo su tesis,
tampoco los estudiantes se habían percatado de esta derivación de la violencia
intrafamiliar y su definición, por lo que tuve se dirigirme al diccionario de
google y me impacto.
Pero, que es la Violencia Vicaria? Según el
diccionario a este fenómeno se ha denominado como aquella violencia que
se ejerce sobre los hijos para herir a la mujer. Es una violencia secundaria
a la víctima principal, que es la mujer. Es a la mujer a la que se quiere dañar
y el daño se hace a través de terceros, por interpósita persona. Así dice
google.
El hombre que maltrata y
afecta físicamente a su propio hijo con la finalidad expresa de querer dañar
emocionalmente a la mujer, comete violencia vicaria. No se puede confundir esta
con la violencia económica, la que tiene que ver con la manutención de los
niños o la psicológica. Es muy distinta. Solo abuso y maltrato físico.
Pero donde estuvo el
impacto de este tema para mí? Oh en la focalización que solo el hombre comete
esta violación según los diversos análisis y tratadistas que pudimos ver. Muy
por el contrario a los mismos que comete la mujer, donde a esta se le denomina Manipulación,
pareciera como que si google fuera feminista.
En la vida diaria, y que
no se me tilde de machista, no me concibo en ese club, aunque muchos autores manifiestan,
que quien escribe de un tema a profundidad lo hace de desde su ser, vemos
muchas mujeres que para llamar la atención o afectar a su marido golpean a sus
hijos, amparado en que este se mueve mucho: “y tate quieto muchacho” pan el
ramplimazo.
Hemos vistos casos
horrendos de agresión a niños por parte de madres, muchas veces separadas del
padre de sus hijos o que tiene este cuentas pendientes con ellas o viceversa o
simplemente por considerarse estas dueñas del niño, por este sistema extraño que brindan las
jurisprudencias que con solo con ellas alzar la voz todo se le cede, y se las cobran con los hijos para querer
llamar la atención de la otra persona. En estos casos, los tratadistas no le
ponen una terminología cuando es la mujer la que agrede y solo se limitan a
llamar esta acción manipulación o maltrato.
La violencia intrafamiliar
es un mal que afecta a la familia, a la sociedad al cual debemos de combatir y
frenar, y reconocemos que sus mayores ejecutores son los hombres, pero no por
ello no debemos también de reconocer, aun en menor proporción, también las
mujeres la realizan. También ellas la ejercen, por lo cual debió ser esta
violencia vicaria generalizada y no particularizada en un solo género.
La violencia contra el
niño genera los mismos efectos físicos y psicológicos o traumáticos, sea está
realizada por el padre como por la madre. Le genera odio, rencor y rechazo a su
progenitor agresor, mucha veces asimilando actitudes propias a su ser. Por ello
entiendo, que la violencia intrafamiliar no debe enfocarse en un solo género ni
la vicaria tampoco.
El autor es abogado y
comunicador
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