«Desde que fuimos a votar a las 10:00 de la mañana estamos dando declaraciones de que en la mayor parte de las mesas no aceptaban nuestros delegados, que las mesas fueron conformadas en su mayoría por miembros reeleccionistas, cosa que nosotros sabíamos, pero que no teníamos la conciencia plena de que se atrevieran a tanto, entonces los miembros de la Junta (Central Electoral) que debían apadrinar, supervisar y dirigir el proceso, se convirtieron en un cero a la izquierda», explicó Alburquerque.
Añadió que «teníamos nosotros que llamar directamente al director de elecciones, Mario Núñez, a nuestro delegado, para hacer saber que en la mayoría de los centros de votación no estaban aceptando nuestros delegados y ahora, al cerrar las votaciones los sacaron prácticamente a todos, entonces contaron solos».
«Nosotros sabíamos que el poder es abusador, aplastante, pero entendíamos como un deber participar, aunque fuera para demostrar de lo que se es capaz cuando un grupo se propone una reelección por encima de todo», señaló.
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