Hoy el PRM se traga su propio vómito y hace de la bruja una Caperucita pero se la entrega al lobo, ( el sector privado), demostrando con esta actitud, una vez más, su impotencia (incompetencia, incapacidad, indolencia) para tener a la novia (Caperucita), Punta Catalina y se la entrega a su socio que lo ayudó a obtener algo que no merecía.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), padre de Punta Catalina (de Caperucita), jamás debe acompañarla al altar para entregarla junto al PRM, al lobo (sector privado) que nunca participó en las licitaciones que se hacían para construir una central en la República Dominicana, sólo les interesan los mangos bajitos y que estén dulce y maduritos.
Por Pedro Peña Rubio
Ingeniero Industrial
Miembro del PLD
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